Saturday, February 13, 2010

Cine-Foro. Muestra de Documentales de Zona Franca

La casa productora de documentales ZONA FRANCA presenta una muestra de sus documentales entre el 18,19 y 20 de febrero en la Sala Beckett, en Río Piedras. Este equipo de periodistas y cineastas aborda en sus trabajos asuntos públicos de gran interés para la sociedad puertorriqueña.

JUEVES 18. ¿Por dónde empezar?: la experiencia de Iniciativa Comunitaria

Foro: Érika Fontánez y Alfredo Carrasquillo (7:30 p.m.)

VIERNES 19. Un diario amable

Foro: Anayra Santori y Rubén Ríos Ávila (7:30 p.m.)

SÁBADO 20. El día menos pensado (7:30 p.m.)
La motora roja tiene que aparecer (8:30 p.m.)
*FORO CON LOS PRODUCTORES: Noelia Quintero, Leandro Fabrizi, César Colón Montijo y Luis Fernando Coss


Wednesday, February 10, 2010

"Absurdo posible"


Por Ana Teresa Toro / mailto:ana.toro@elnuevodia.com
Este viernes inaugura oficialmente en Río Piedras la Sala - Teatro Beckett que ofrecerá una variada oferta cultural durante todo el añooferta cultural durante todo el año.
Son intelectuales que se enrollan las mangas. Hablan del teatro del absurdo, filosofan mientras recogen escombros y pintan paredes. En otras palabras: hablan sobre el hacer y hacen.
Se trata de un colectivo de profesores del recinto riopedrense de la Universidad de Puerto Rico que, conscientes de la necesidad de un espacio que sirviera como punto de encuentro para la articulación de una oferta cultural variada y consistente, decidieron -contra toda predicción de fracaso- organizarse como el Proyecto Artístico y Cultural de Río Piedras, Inc. (PACA) una organización sin fines de lucro que administra lo que hoy día es la Sala-Teatro Beckett, ubicada en el #1008 de la Avenida Ponce de León en Río Piedras en las instalaciones del antiguo Teatro Diplo.
Este viernes 12 a partir de las 7:00 p.m. será la inauguración del espacio -que ha estado en funcionamiento durante algunos meses- en la que se presentará la agrupación Raíz de Plena y el conjunto de jazz Marrakech Express de los percusionistas y directores Jorge Arce y Valentino Esposito respectivamente. Se proyectarán vídeos sobre el proceso de construcción y remodelación del espacio, además de música bailable con DJ URAYO. La entrada es libre de costo.
Con profesores que van desde disciplinas como la ciencia y la sociología hasta la literatura y el teatro la junta de directores la conforman Ricardo Cobián, Carmen Luisa González, Marlene Duprey, Mercedes Rivera, Manuel Reyes, Teresa Peña, Jacqueline Duprey, Mabel Rodríguez Centeno y Laura Náter. A ellos se les unen decenas de colaboradores fijos.
“Esto surge de un deseo de colegas, de amigos, de un compromiso con aportar a la rehabilitación del casco urbano de Río Piedras”, expresó Marlene Duprey quien al igual que buena parte de los integrantes de la junta, es residente de Santa Rita en Río Piedras; esa comunidad histórica que, por multiplicidad de razones, nunca ha logrado hacer invisibles los barrotes que la separan del recinto universitario.
El proceso de restauración del espacio comenzó durante el verano del año pasado. “Nos arremangamos y metimos mano”, narra el profesor Cobián.
Doce camiones de escombros y mucho trabajo en equipo después, poco a poco, fue quedando listo el lugar que consiste en una sala tipo teatro con alrededor de 50 butacas, un área de estar, camerinos, un pequeño bar y una terraza con mesas y espacio para proyectar películas. Buscaban un espacio íntimo para los artistas o los ponentes que se presenten y lo suficientemente diverso para albergar actividades que van desde conferencias académicas, pasando por conciertos, presentaciones teatrales y muestras de cine, entre otras.
La ciudad fantasma
No se exagera al decir que después de las seis de la tarde el casco de Río Piedras se convierte en una ciudad fantasma. La actividad comercial -que ya bastante disminuida está durante el día- finaliza como si nadie comiera fuera después de la puesta del sol. Las calles, oscuras por falta de mantenimiento en la iluminación, se vuelven solitarias y la muchas veces mal llamada “ciudad universitaria” se convierte en la boca del lobo a la cual nadie quiere entrar.
De eso es consciente este grupo de profesores que, además de atender sus inquietudes como gestores culturales y universitarios que buscan una mayor integración con la comunidad, buscan aportar sin mediaciones a que la ciudad continúe su proceso de revitalización.
“Muchos esfuerzos que vienen desde arriba no necesariamente entienden y reconocen las necesidades del entorno”, opinó Cobián quien al igual que su colega Teresa Peña también considera importante que el lugar sirva para enriquecer la experiencia académica de los estudiantes. “Queremos que los debates no se queden en el salón y repercutan en acciones concretas”, dice Peña. “Hay muchas Río Piedras porque la Avenida Universidad es por ejemplo otra cosa... Por la universidad pasan diariamente unas 50 mil personas. ¿Cómo es posible que eso no impacte demográficamente a la ciudad?”, observó Cobián sobre algunos de los asuntos que inciden en la situación actual de deterioro en la ciudad. A esto se suma la falta de interacción entre las diferentes culturas que conforman la comunidad riopedrense, pues bien es sabido, que en Río Piedras convergen comunidades de inmigrantes de diversas nacionalidades, siendo las más notables los chinos, musulmanes de distintos orígenes y dominicanos.
“Todos los esfuerzos se concentran hacia el área turística del Viejo San Juan y Condado. Se maquilla todo eso y el resto del casco metropolitano se abandona. Hay que atenderlo, hay que servirnos a nosotros también”, opinó por su parte Jacqueline Duprey quien a su vez enfatizó en que parte del perfil del espacio tiene que ver con un distanciamiento oficial de toda plataforma político partidista. Por ello no reciben subvención de ninguna entidad relacionada.
“En el momento en que te inclinas no tienes la libertad de crear”, abona. Por eso en el reglamento del lugar han dejado claramente establecido que no se prestará para actividades políticas o religiosas. Tampoco han asumido aún una posición oficial sobre el controversial proyecto Río 2012.
Reconocen las problemáticas de su entorno. De eso no hay duda. Pero ¿cuál es la apuesta? “¡Queremos tomar Río Piedras!”, salta la voz de Cobián. Si le sonó absurdo, ésa precisamente es la intención.
“El teatro del absurdo no habla de lo absurdo de la condición humana, lo presenta en situaciones sobre el escenario. Nosotros le hacemos honor a eso porque tratar un proyecto como este en medio de una crisis con toda la problemática de Río Piedras... No hablamos del absurdo, somos un absurdo”, añade Jacqueline Duprey. En efecto, un absurdo, pero un absurdo posible.